VÍBORAS… I EL GOLF DE LAS ESTRELLAS

El pasado fin de semana se desarrolló un torneo de golf de talla internacional, que fue transmitido por televisión a todos quienes gustan de este tipo de eventos.
Vinieron todo tipo de estrellas, jugadores y lo más destacado, Enrique Alfaro, ¡oh sí!

“VIDANTA” EN JALISCO O NAYARIT

Daniel Chavez Morán su patrocinador y organizador de la justa deportiva, es uno de los empresarios –por no decir el que más- está pegado al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Lo cual le ha permitido hacer y deshacer a su libre antojo.
Lo mismo le está supervisando uno de los tramos del tren maya que lleva turistas en barco a las Islas Marías o le da cobijo a su hijo Ramón López Beltrán, y ahí podríamos seguir jalándole la madeja al hilo, por ejemplo tiene otro complejo turístico en Puerto Peñasco, Sonora o lo mismo en Acapulco que en Cancún, Quintana Roo, “ha salido bueno para el negocio”, dicen en mi rancho.

NO HAY QUE SER MALINCHISTAS

El caso es que la justa deportiva tuvo lugar en nuestra región, dije bien, nuestra región. Los intereses de Daniel Chavez no tienen fronteras y por lo visto su dinero tampoco.

EL PROBLEMA VINO CUANDO

Pero todo se descompuso con el siguiente mensaje, que ofreció en sus redes sociales el buen Enrique Alfaro Ramírez: “Aunque fue un ratito, me dio mucho gusto ir al Mexico Open at Vidanta y ver a mi amigo Ricardo Salinas en este torneo de talla internacional que pone en alto el nombre de Puerto Vallarta y Jalisco. A seguir impulsando eventos que nos ayuden con la reactivación del sector turístico”.
Como sabrán, el “mundo se le vino encima” al gobernador constitucional. Lo tacharon de todo, “ignorante” fue lo más suave le dijeron. No precisamente porque lo fuese, sino porque en estos momentos hay una controversia por determinar cómo se llama en realidad el destino: si “Nuevo Vallarta” o “Nuevo Nayarit”.

YA LO CAMBIÓ, PERO…

El gobernador, Miguel Ángel Navarro Quintero, mismo ha enarbolado esa batalla, que principalmente lo ha enfrentado a empresarios, hoteleros y restauranteros o los habitantes del fraccionamiento, principalmente los de El Tigre.
Lo que el gobernador de Nayarit pretende es cambiar la denominación, por algo que ya tiene 40 años o más llamándose así… “Nuevo Vallarta”. Es más, el cambio de identidad lejos de abogar confunde, pero bueno, son decisiones políticas que solo atienen a lo político.

CON CALZADOR PERO ENTRÓ

Cuando gobernó Ney González Sánchez, decidió ponerle a Nayarit –eso sí– “Riviera Nayarit”. Con calzador pero entró el nombre. Porque ya le disputaban el nombre en la Riviera Maya, aunque la copia hubiera venido de la Riviera Francesa.
La mayoría de la gente ni siquiera se da cuenta que llegó a Nayarit, porque los vuelos siguen diciendo Puerto Vallarta. “A qué destino vas, a Puerto Vallarta” sin pensar que van a Nayarit.
En eso está bien, tener su propia identificad el estado de Nayarit, pero de ahí a pensar en cambiar el nombre a Nuevo Nayarit, hay una mundo de distancia.

EN DOS ESTADOS

Es más, Vidanta está enclavado en dos Estados, para acabar pronto: en Nayarit y Jalisco, esto es en Nuevo Nayarit y Puerto Vallarta. Así de bonito se las gasta Daniel Chávez.
Por cierto, el grupo aeroportuario del Pacífico, encargado de administrar el aeropuerto internacional de Puerto Vallarta, tiene proyectado una ampliación y lo más seguro que sea por el lado de Boca de Tomates, en el lado de Puerto Vallarta, para que sus visitantes al proyecto, lo hagan por terrenos de Vidanta.
Sin embargo, esa es otra historia que muy pronto les platicaré.

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