Por el amor de Dios. No es posible lo que está pasando en Puerto Vallarta: dos asesinatos en menos de 24 horas.
Ambos, fueron cometidos, luego de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador y de Rosa Icela Rodríguez Velázquez, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
¿DE QUE SIRVIERON?
Lo peor fue que el propio AMLO, a invitación del profe Luis Alberto Michel Rodríguez y Rosa Icela quienes contaron también con la presencia del propio gobernador del estado, Enrique Alfaro Ramírez, que dieron el banderazo simbólico a 100 patrullas, nuevecitas.
LOGRARON HUIR
Pero que van a saber si son nuevas o no las patrullas, destinadas a protegernos a los vallartenses. Los asesinos, fueron dos, atacaron a sus víctimas en hechos distintos y escaparon.
CUANDO HABÍA INTELIGENCIA
Que tiempos aquellos en los que se podía contar con una policía y la seguridad de tener los servicios del jefe de un cuerpo de inteligencia como el que encabezaba Anastacio González Caloca.
“Caloca”, como era conocido el oficial, fue un hueso duro de roer. Se le pegaba a un asunto y rápido lo resolvía. Un día le robaron un Safari que se distinguía por su color amarillo, al que desmantelaron quitándole el motor.
CALOCA Y VERA
El carro era propiedad de Marcela Lepe Quirós, pues fue gracias a la intervención de Anastacio que recuperaron no solamente el motor, sino detuvieron al malhechor, y todo gracias a la aplicación de inteligencia. La paciencia juega un papel determinante en estos casos.
Otro fue Juan Vera Reyna, un teniente de caballería, muy eficiente y eficaz.
ESTÁ POR DEMÁS
Mataron a un motociclista en Las Mojoneras y a un taquero de birria en la colonia Volcanes, los hechos están de sobra explicados en nota por aparte y sería redundante la explicación.
HUYERON Y PUNTO
El común denominador en ambos asesinatos es que sus victimarios huyeron, “con rumbo desconocido”, para redondear ambas notas y “tras el despliegue de elementos de seguridad… no encontraron nada”.
De que sirve tener tanta patrulla si bastaron dos asesinos para cometer sus fechorías y luego huir.
A TODAS LUCES
Algo está pasando con los mandos de seguridad pública que no están coordinados o simplemente les importa poco lo que sucede en Puerto Vallarta… “la ciudad más amigable” del Pacífico mexicano.
