Siento mucha rabia cuando nuestros impuestos, vía presupuesto, no se aplican como deben ser.
Ayer por la tarde ya me orinaba y decidí ir a los baños de la UNIRSE. Eran los que más cerca me quedaban, después de haber ido a la Secretaria de Finanzas, a tramitar mi carta de no antecedentes penales, una acta de nacimiento y el Registro Público de la Propiedad.
“ENCANELADOS”
Justo encamine mis pasos al baño cuando, todos los sanitarios menos dos. Una de las tasas lucía bloqueada con una especie de cinta “canela”, y el otro nada más estaba cerrado con la misma cinta.
Para variar había dos baños ocupados, uno por un agente de seguridad y el otro por alguna persona que iba a pagar sus impuestos.
SIN PAPEL Y SIN AGUA
Cada uno de los baños no tenía ni papel… ¡no había papel! –¿pero como es posible? -me pregunté.
No se supone que al ir al sanitario cuenta con que -mínimo- tiene papel.
Por si fuera poco, solamente una de todas las llaves funciona. Que bárbaro…
EL GRAVE DETERIORO
Antes de salir decidí tomar unas cuantas fotografías, para que constatar los daños. Ese edificio es prácticamente nuevo y ya tiene graves deterioros.
Por eso insisto, en algo tan básico como lo es el uso de los sanitarios, está pasando eso, ¿que esperamos de otras cosas?
Los sanitarios, además de ser utilizados por usuarios, por vendedores ambulantes y coyotes… que barbaridad tan barbara.