Colocar un tope en el centro de una calle, nos invita a reflexionar sobre el particular.
La tarde de ayer vi la instalación de uno de estos, en la calle María Montesori, atrás de Aramara. El tope corría por cuenta del Ayuntamiento de Puerto Vallarta.
“PREGUNTADERA”…
Aquí valdría preguntar quién lo ordenó, a instancias de quien o donde están los estudios que para este caso se deben realizar.
No vaya usted a creer que usted pide un tope y se lo ponen en chinga. No, hace falta un poco más que eso. Lamentablemente, aquí, en tierra de ciegos, el tuerto es el rey.
Además de la lista que ya les enumeré, también debe de haber un acta de vecinos, que autoricen el montículo. No pueden llegar, de una forma arbitraria y colocarlo. Faltaba más.
CALLE Y TOPE INCLUIDO
Se supone cuando se pavimentan o asfaltan las vías, se hacen con un propósito: agilizar el tráfico vehicular, ese básicamente sería el objetivo.
Lamentablemente, hoy día, si se va a pavimentar una vía de acceso rápido, o lento da igual, además de presentar el presupuesto para la calle, debe de venir con topes incluidos.
Se trata de una razón “cultural”. Es más por mis calzones que por ver quién tiene la razón.
SOY LO PROHIBIDO
Los topes están prohibidos, así como lo leyó… pro-hi-bi-dos. Nada menos que por las secretaría de salud. Que opinión te merecería que tu madre sea trasladada en una ambulancia y tenga que pasar por un tope, que por muy despacio que vaya el chofer, tenga que soportar el dolor, que la puede dejar paralitica o en el peor de los casos costarle la vida, a los que van lesionados de su columna. El dolor es insoportable. No se los juro, pero créame que así es.
No crea usted que es una exageración de mi parte, pero cada que un tope es cruzado mucha cautela debe de haber de parte de los choferes.
EN LA BOLSA
Multar a quienes manejan a exceso de velocidad que colocar decenas de topes. Donde más le duele a los infractores es él bolsillos.