VÍBORAS I NO HAY PEOR CIEGO QUE…

De por sí ya había sido atroz la forma en que asesinaron a 17 personas, en algunos casos se habla de 10, y todavía cargaron con los cuerpos para borrar toda “evidencia”… eso tiene un nombre, se le llama impunidad.

“TÍO LOLO”

Sin duda el hecho sucedió. Los policías municipales al acercarse se vieron rebasados en número y prefieren hacerse como el “tío Lolo”, eso mismo fue comunicado por el propio presidente municipal de Marcos Castellanos, Jorge Luis Anguiano, que es la cabecera de San José de Gracia.
Tres largas horas habían transcurrido para que las primeras “autoridades” llegaran a la escena de los hechos, mismas horas que emplearon los muchachos para hacer labores de limpieza.
Limpiaron de cuerpos. Hasta tuvieron oportunidad de llevar unas catcher, pinol, fabuloso y demás utensilios para evitar disfrazar el hedor que deja la sangre en descomposición. Las fotos que ellos mismos se tomaron lo demuestran.

APILADOS COMO PUERCOS

Así, uno a uno, como si se tratara de puercos fueron subidos a las camionetas, para posteriormente perderse en la nada. Sabedores de que nada les iba a ocurrir, cobijados –quizá– por la autoridad. Actuaron con total impunidad.

LO OLVIDADO

Lo que olvidaron fue más de un centenar de casquillos percutidos con los que perpetraron el crimen los multihomicidas, olvidaron “resanar” las paredes de los impactos en el lugar donde cometieron su crimen.
“Olvidaron” también recoger la masa encefálica de los cadáveres y la poca sangre que no recogieron.

EN UN HOYO O INCINERADOS

Del destino que les dieron a los cuerpos de 10 o 17 personas, es lo de menos, pueden estar lo mismo en una barranca, en un pozo profundo o incinerados, ya sería pecata minuta.

BUENOS “DESEOS”

San José de Gracia es un pequeño pueblo en Michoacán, enclavado en la sierra a cinco minutos del Mazamitla, un lugar turístico pero del lado de Jalisco. Es típico que cuando algo así sucede, las autoridades estatales se “coordinan” entre sí.
Alfredo Ramírez Bedolla y Enrique Alfaro Ramírez de Michoacán y Jalisco, se llamaron por teléfono para desearse mutua colaboración, pero de ahí no pasó.

“EL PELÓN”

Todo inicio porque uno de los grupos llegó hasta San José de Gracia y los apañaron en pleno velorio de la señora Eliza. Concretamente iban tras Alejandro, menor conocido como “El Pelón”, un operador del narcotráfico desde Colima.
Al verse superados en número los del bando de “El Pelón”, fueron formados en fila india frente al paredón y ahí, literalmente fueron fusilados.
Recogieron los cuerpos y se los llevaron con “rumbo desconocido”.

REPITEN COMO JILGUEROS

“No hay peor ciego que el que hubiere ver”, reza un viejo refrán y muchos repiten lo evidente: ¿y dónde están los cuerpos? Pues los cadáveres fueron recogidos, como no pudieron recoger los casquillos y desaparecer todas las evidencias de que ahí “pasó algo”.
 
- Advertisement -
spot_img
spot_img
spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí