“Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre”, es un dicho al que siempre he recurrido, en primer lugar porque pienso que no todo es malo ni lo suficientemente bueno.
Conocí a Mirtha Villalvazo Amaya cuando era diputada federal.
En aquel entonces me dijo que iba a ser presidenta municipal de Bahía de Banderas. Cumplió su palabra.
A pesar de todas las trabas que le pusieron y se le presentaron en el camino, principalmente porque la diputada Carmina Regalado Mardueño fue impuesta en el cargo.
LA AGARRARON CON…
Mirtha en todo momento se mostró confiada y llegó el día en que tuvieron que elegirla, principalmente porque pesaban dos denuncias en contra de Carmina, las dos porque fue videograbada recibiendo sendas pacas de billetes. Carmina cayó y Mirtha ganó, no solamente el proceso interno sino la alcaldía nada menos que a Jaime Cuevas Tello.
QUIEN ESTÁ DETRÁS
Siempre he sostenido en política nada se mueve sin un propósito…
El chiste será saber quién está detrás de los regidores disidentes y su síndico. ¿Quién será?, no logro descifrarlo aún.
TRAIDOR
Al contralor Mirtha lo trató de traidor, palabra muy de moda en la 4T. No lo jaloneo pero si dijo que lo tocó, que lo amenazó y lo privó de su libertad, incluso que lo retuvo por tres horas.
FUE ENCARCELADO POR LO MISMO
Recordemos que por menos que esto fue encarcelado José Gómez Pérez y pasó muchos días en el bote.
Aunque se escuche feo decirlo: el caso de Mirtha está en manos del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, o se compone o va a enfrentar a la justicia, nada más tiene de dos sopas.
LA INTERVENCIÓN DEL GOBERNADOR
Recordemos cuando el poder legislativo del estado de Nayarit, desconoció al gobierno de Bahía de Banderas y destituyó a Carlos Valdés, eran años que gobernaba Rigoberto Ochoa Zaragoza y no le importó que fuera de su propio partido político y que fuera sustituido por Julia Elena Palma, había llegado por vez primera una presidenta del Concejo.
A QUIEN BENEFICIA
Insisto con la misma pregunta ¿a quien le beneficia un cambio de estafeta? A los empresarios, a los expresidentes municipales, o los políticos que están por llegar.
El plato está a punto de ser servido… hagan sus apuestas, que se vale hacerlas.
Es cuánto.