Rusia lanzó una serie de “potentes” ataques con misiles en Leópolis, gran ciudad en el oeste de Ucrania, que dejaron al menos siete muertos, mientras concentra sus fuerzas para un inminente asalto en el este.
“Cinco potentes ataques con misiles de una sola vez sobre la infraestructura civil de la antigua ciudad europea de Leópolis”, anunció en Twitter Mijailo Podoliak, asesor del presidente Volodimir Zelenski.
Ataque deja múltiples daños materiales y víctimas
El gobernador regional, Maksym Kozitsky, habló de cuatro ataques con misiles de crucero, disparados desde el mar Caspio: tres sobre infraestructuras militares y una en un garaje de neumáticos. Todos los objetivos quedaron “gravemente dañados”, según él.
“Por ahora, tenemos siete muertos”, añadió, y “once heridos, entre ellos un niño”.
En la zona atacada del garaje, a unos 4 km del centro de la ciudad, periodistas vieron un edificio en llamas y un cráter cerca de una línea férrea.
Situada lejos del frente y cerca de frontera con Polonia, Leópolis se ha convertido en refugio para los desplazados. En ella se encuentran además varias embajadas occidentales, trasladadas desde Kiev.
Destruir el Donbás
En pocas ocasiones Leópolis ha sido blanco de bombardeos, a diferencia del este de Ucrania, donde se concentran actualmente los ataques.
Zelenski declaró el domingo por la noche que “las tropas rusas se preparan para una ofensiva en el este de nuestro país en el futuro cercano. Ellos quieren literalmente acabar y destruir Donbás”.
En medio de esta pugna por Mariúpol, la televisión estatal rusa difundió el lunes un video de dos prisioneros, identificados como los ciudadanos británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin, capturados en combates en Ucrania, pidiendo al primer ministro Boris Johnson negociar su liberación.
Los dos hombres piden ser intercambiados por Viktor Medvedchuk, un rico empresario ucraniano cercano al presidente ruso Vladímir Putin que fue detenido en Ucrania.
Kiev, por su parte, difundió un video de este empresario en el que pide ser canjeado “contra los defensores de Mariúpol y sus habitantes”.
Ucrania dice que Mariúpol “no ha caído”
Mariúpol se ha convertido en el símbolo de la feroz resistencia ucraniana ante el ejército ruso. “La ciudad aún no ha caído”, sostuvo el primer ministro Denys Shmyhal. “Aún tenemos fuerzas militares, soldados, ellos lucharán hasta el final”, declaró a la cadena estadounidense ABC.
Mariúpol, con 440 mil habitantes antes de la guerra, es un objetivo clave para Moscú y el último obstáculo para garantizar su control en la franja marítima que va desde los territorios separatistas prorrusos del Donbás hasta la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU señaló que más de 100 mil civiles de Mariúpol están al borde del hambre y sin agua ni calefacción.
Corredores humanitarios y negociaciones largas
Pero este lunes, las autoridades ucranianas anunciaron que, por segundo día consecutivo, no se habilitarán corredores humanitarios para la evacuación de civiles de las zonas de combate, y acusaron a Rusia de “bloquear” y bombardear los convoyes.
Las negociaciones con el ejército ruso son “largas y complejas”, sobre todo en lo que respecta a la ciudad de Mariúpol y a otras localidades donde se desarrollan combates, dijo en Telegram la vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk.
Más de 4.9 millones de personas han huido de Ucrania desde el 24 de febrero, según datos de este lunes de la ONU, que precisa que más de 65 mil de ellos lo hicieron en las últimas 24 horas.