Con el voto en contra de Estados Unidos e Israel, la Asamblea General de la ONU aprobó por aplastante mayoría una resolución promovida por Cuba que pide el fin del embargo estadounidense impuesto hace 60 años.
Este llamamiento, que viene haciéndose anualmente desde hace tres décadas, recibió este jueves (03.11.2022) 185 votos a favor, dos en contra y dos abstenciones, de Brasil y Ucrania.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, al presentar el texto, denunció que el llamado bloqueo es un «acto deliberado de guerra económica».
Impuesto en 1962, en plena Guerra Fría, por el entonces presidente estadounidense, John F. Kennedy, el bloqueo que ha sido recrudecido progresivamente para asfixiar al régimen comunista, «tiene el efecto de «una pandemia permanente, de un huracán constante», lamentó el canciller cubano Bruno Rodríguez en la tribuna de la ONU.
Asimismo, «continúa siendo el elemento central que define la política de los Estados Unidos hacia Cuba», aseguró.
Según el ministro, en los primeros 14 meses de la administración demócrata de Joe Biden, los «perjuicios» ocasionados por el bloqueo se elevaron 6.364 millones de dólares y a 154.217 millones en seis décadas.
«No atribuimos al bloqueo todas las dificultades que enfrenta hoy nuestro país; pero faltaría a la verdad quien niegue sus gravísimos efectos y no reconozca que es la causa principal de las privaciones, carencias y sufrimientos de las familias cubanas», aseguró, tras alertar de que «crea las condiciones que alientan la inmigración ilegal».
A lo largo de los dos últimos días, en la tribuna de la Asamblea General se sucedieron delegaciones de países del sur para denunciar el embargo -«injusto», «ilegal», «inaceptable», «criminal», «inhumano», «desproporcionado»- del bloqueo que ha sido reforzado progresivamente.
Aunque este apoyo masivo es una victoria moral para el gobierno de la isla, patrocinador de la resolución, en la práctica no se espera que cambie nada, como ha ocurrido desde 1992 con la adopción de las 29 resoluciones previas del mismo tenor.