
UN CACHORRO DE LEON DESMBULA POR VALLARTA
Tener como mascota a un leon en casa, es el anhelo de muchos conservacionistas, pues está es la historia de un felino que deambula por el malecón vallartense.
SÓLO IMAGINA
Imagina que bonito se debe sentir que tu mascota, un cachorro de león te lo chuleen en su paso por el las calles de la ciudad.
Más, tratándose de una persona de origen extranjero, residente de Puerto Vallarta.
Prácticamente todo el mundo quiere acariciar al felino, que luce una correa y por tanto inspira ternura al permitir su dueño, que sea acariciado por todas las personas que se le acercan.
PERO AHORA NO IMAGINEMOS
Ahora imaginemos por un momento que el felino se le suelta a su amo (como ya sucedió) y que ataca a las personas que se le acercan por “x” motivo y por fortuna eso no ha sucedido.
DOS INCIDENTES
Solo hay que recordar el ataque de un león en un zoológico de Las Vegas, nos recuerda la naturaleza impredecible de los leones y los peligros potenciales de mantenerlos en espacios reducidos, sin mencionar la crueldad.
¿RECUERDAN A ROY?
También en la misma ciudad fue atacado el domador por tigres blancos en la presentación Roy, del show Siegfried & Roy, presentando serias lesiones al haber sido tomado por felino del cuello. Años después, con el rostro desfigurado se presentó la pareja de alemanes en el mismo espectáculo y a modo de despedida de los escenarios, pues Roy no era capaz de sostenerse por si mismo.
ESPACIOS PEQUEÑOS
Debemos de recordar un pequeño detalle: mantener a los leones en jaulas o pequeñas o espacios reducidos no sólo es cruel sino también un catalizador potencial para un comportamiento agresivo del felino.
ES AQUÍ, EL ESCENARIO
Pero volvamos al escenario donde en Puerto Vallarta se pasea por sus calles un cachorro de león, tierno y adorable, pero que… no sabemos con certeza cuando pueda atacar, recordemos que ni siquiera respetan a sus amos o propietarios.
NO PUEDE SER
El hecho de que en algún momento la autoridad expida un permiso para que una persona pueda tener un felino de esta naturaleza, eso tampoco le da el derecho de pasearlo como “Juan por su casa” libremente.
Todos los permisos de los tenedores de animales tendrían que ser sujetos a revisión constante para que vean si son tratados y conforme a la norma de manera adecuada, y no que les den trato de mascota, sino como lo que realmente son en el mundo salvaje.
NO DEBEMOS OLVIDAR
Su instinto es el de un depredador y nunca debemos de perder de vista sus características, no sea que un día de estos nos pase lo que le pasó a sus domadores en Las Vegas, Nevada.




