LE COMEN EL «MANDADO»
En el intrincado laberinto de la política, pocas imágenes son tan elocuentes como la de alguien viendo cómo su «mandado» es devorado por las víboras. Esta expresión, que denota la pérdida de lo que se creía seguro y propio, cobra especial relevancia al analizar el reciente escándalo protagonizado por Chuy Michel López en Puerto Vallarta, un suceso que ha resonado con fuerza en las redes sociales y ha puesto de manifiesto las tensiones internas dentro del partido MORENA.
LA APARICIÓN
Para comprender la magnitud de este escándalo, es necesario adentrarse en el contexto político local. La aparición de Chuy Michel López en la colonia Aramara, un lugar donde supuestamente no reside, ha generado interrogantes sobre sus intenciones y su relación con los habitantes del fraccionamiento. ¿Acaso buscaba animarlos a participar en alguna actividad política? La pregunta permanece en el aire, alimentando las especulaciones y los rumores.
EL ESCENARIO
La disputa por el poder dentro de MORENA en Puerto Vallarta es un secreto a voces. Tras la pérdida de hegemonía de la familia Michel, diversas facciones se han alzado, compitiendo por el control del movimiento. En este escenario, es crucial recordar los orígenes del partido en la región. Antes del ascenso de los Michel López, existía un grupo cohesionado de morenistas que habían apoyado incondicionalmente a Andrés Manuel López Obrador, acompañándolo en sus victorias y, sobre todo, en sus derrotas. Estos «puros», como se les conocía, creían fervientemente en su ideario y lo defendieron a capa y espada.
LOS “PUROS”
Sin embargo, tras la victoria de AMLO en la presidencia, el panorama político se fragmentó. Nuevas facciones surgieron, atrayendo a antiguos miembros del PRI y del PAN, como Germán Martínez y Lily Téllez. Los «puros», aunque minoritarios, se mantuvieron firmes en sus convicciones, observando con recelo la llegada de estos nuevos actores.
LA MAGIA
La llegada al poder del maestro Luis Alberto Michel Rodríguez es un claro ejemplo de las maniobras políticas que se gestaron en la capital de Jalisco. Carlos Lomelí Bolaños y Yeidckol Polevnsky, en un acto de «magia», le arrebataron la candidatura al doctor Paco Sánchez Peña, quien creía tenerla asegurada. Este episodio marcó un punto de inflexión en la política local, evidenciando las luchas internas y las traiciones que se escondían tras la fachada de unidad.
COMENTARIOS NEGATIVOS
Hoy en día, el panorama ha cambiado drásticamente. La familia Michel López parece haber perdido el favor del electorado, como demuestran los numerosos comentarios negativos que inundan las redes sociales. Chuyito, al llamar «mapache electoral» a uno de sus antiguos colaboradores, ha desatado una tormenta mediática que amenaza con hundir aún más su imagen.
TENSIONES EN MORENA
En conclusión, el escándalo protagonizado por Chuy Michel López es mucho más que un simple incidente aislado. Es un reflejo de las tensiones internas dentro de MORENA en Puerto Vallarta, de la lucha por el poder entre diferentes facciones y de la pérdida de hegemonía de una familia que alguna vez dominó la escena política local. Las víboras, en este caso, no son serpientes reales, sino las ambiciones desmedidas, las traiciones y las luchas intestinas que corroen el sistema político desde sus cimientos.




