- Un menor sufrió aquí en Vallarta, esta modalidad de extorsión
Por Lidia Núñez Cota/Linea911Noticias
“Martín”, nunca debió contestar esa llamada telefónica. El número no estaba registrado, ni era familiar. Pero lo hizo, y ahí inició su angustia.
El secuestro virtual es cada vez más común en el país, los captores son muy hábiles para envolver y engañar a sus víctimas, y más si son menores de edad.
La Fiscalía del Estado, hace un a todos los padres, que hablen con sus vástagos, no deben contestar llamadas telefónicas de números no registrados, los niños son los más vulnerables a sufrir un secuestro virtual.
Este caso sucedió aquí en Puerto Vallarta, cambiaremos el nombre del menor, para no re victimizar, ya que lo sucedido no es nada agradable.

Todo inició con una llamada entrante, de un número desconocido. La mamá, sale a trabajar y deja a su menor en casa de los abuelos.
“Martín”, inocente contesta una llamada, es intimidado, amenazado con -la cantaleta clásica-, de que le harán daño a sus padres si no hace lo que se le pide.
El primer paso es sacarlo de la casa, no debe decirle a nadie lo que está pasando, mantener su atención en el móvil es fundamental, “Martín” es obligado a mentirle a la abuela, “voy a comprar unas papas”, le dice.

Logrado esto, y una vez en la tienda, se le pide comprar un chip, debe decir el nuevo número a la voz que le ordena deshacerse de su número actual, así ya no podrán comunicarse con él.
Los captores, usando la aplicación de WhatsApp, se comunican con los padres del menor. La mamá debe depositar 20 mil pesos si quiere “hablar”, con su retoño. Eso, era solo el principio.
Angustiada, como toda madre en estos casos, hace lo que le piden, una vez que tiene comunicación con “Martín”, éste le expresa que lo tienen vendado, pero que está “bien”. Esa voz, no era la de hijo, ella se dio cuenta, pero en ese momento de desesperación si lo creyó. El menor nunca estuvo físicamente con sus captores. Todo fue manipulado de manera virtual.
Una vez finalizado el diálogo entre la madre y “su hijo”, los delincuentes cibernéticos, quieren más dinero: ahora piden 250 mil pesos, la conversión sube de tono amenazante.

Desesperados, los angustiados padres, optan por acudir a la Fiscalía a exponer los hechos. Por otro lado, “Martín”, continuaba en la línea telefónica con sus captores, recibía instrucciones de alejarse del hogar de los abuelos, caminar sin rumbo, afortunadamente, en ese lapso fue identificado por ciudadanos que dieron parte a la policía, fue entregado sano y salvo a sus padres. Sin duda, momentos de mucho pesar que iniciaron con solo contestar una llamada de un desconocido.
Recuerda que si eres víctima de esta modalidad de extorsión telefónica, denuncia al 088 (Policía Federal) o al 089 (denuncia anónima); ahí te atenderán las 24 horas del día